Argelès-sur-Mer en invierno
5 maneras de explorar Argelès-sur-Mer en invierno
1 - Calentamiento A la catalana
Fa fred ? * Es hora de refugiarse en el corazón del pueblo de Argelès-sur-Mer. De callejón en callejón, el casco antiguo está repleto de lugares para escapar de la brisa. Empiece por la Casa de l’Albera, el museo ineludible sobre la historia del macizo de Albères. Y no olvide desviarse hacia la galería Marianne y la iglesia Notre-Dame del Prat para descubrir todo lo que necesita saber sobre el patrimonio de la zona.
*¿Hace frío?
Menja i calla*
¿Tiene hambre? Dirígete a uno de los restaurantes del pueblo para deleitar tu paladar y reponer fuerzas. En el menú: un generoso plato de ouillade. Col, jamón, patatas, nabos… ¡Todo a fuego lento y a entrar en calor!
*Come y calla
2 - Encontrar a su mapache secreto
En Argelès-sur-Mer, el Mediterráneo es el rey… incluso en invierno. Para un agradable interludio yodado, diríjase a Le Racou. Desde su íntima playa hasta sus casitas de arena, el lugar invita a vivir la dolce vita catalana. Tanto si prefiere pasear por el paseo marítimo como por sus callejuelas, la sensación de libertad sigue siendo la misma. Nos encanta
*esquina
Cuatro gats...*
¿Quiere ir más lejos? Saliendo de Le Racou, aventúrese por el sendero costero entre el mar y los acantilados. No olvide detenerse un momento en la cima de la Pointe du Racou para disfrutar de una vista panorámica de la ciudad. ¡10/10 !
*Aquí no hay nadie…
3 - Investigación el rayo verde
«El mar no tiene color propio. No es más que una vasta reverberación del cielo», escribió Julio Verne.
En Argelès-sur-Mer, el Mediterráneo se tiñe cada día de un nuevo color. Nada mejor que pasear por los senderos señalizados junto al agua. ¿La ventaja? En invierno, el sol se pone antes. Una buena excusa para vislumbrar el rayo verde, un raro fenómeno que marca la fusión del sol y el mar.
Aviso a los clientes de axurit
¿Prefiere la bicicleta al senderismo? Pruebe nuestras rutas de bicicleta de montaña en Argelès-sur-Mer. Desde la capilla de Notre-Dame-de-Vie hasta el bucle del Mas, hay más de una ruta para hacer trabajar las pantorrillas.
*disfrazado
4 - Subir a la p(l)edad
Para un picnic improvisado, un domingo de footing o simplemente para desconectar… Hay muchas razones para aventurarse en las playas de Argelès-sur-Mer en invierno. ¿Nuestra preferida? Leer un buen libro a la sombra de un pino. En la playa Sur o en la playa de la Marenda, busque su rincón preferido y elija un libro para devorarlo.
¿Por qué elegir una playa cuando puede explorarlas todas? En invierno, las playas de Argelès-sur-Mer revelan su lado más salvaje e íntimo. Es el momento perfecto para dejar la esterilla en la arena y disfrutar de una agradable sesión de lectura con vistas al mar. Grandes historias en 3,2,1…
5 - Cambiar el coche para el ciclismo
Si la brisa invernal se hace sentir, es hora de dejar el coche en el garaje y preferir la bicicleta. En la costa catalana, nos encanta ensillar nuestro fiel corcel para dar un paseo al aire libre. Desde el parque natural de Mas Larrieu hasta las calas de Porteils, la zona es ideal para explorarla sobre dos ruedas. Un grueso plumífero, un gorro, unos guantes… ¡y a rodar!
¿Qué fem*?
Los amantes del deporte toman nota. Argelès-sur-Mer cuenta con numerosos circuitos para hacer cardio. Empiece por la Vélittorale. Este tramo de la ruta Mediterranean by Bike, que une Atenas con Cádiz, le llevará hasta la frontera española. Y ¡a rodar!
*¿Qué hay?